Keawe es un hawaiano
que siente la necesidad de conocer otras tierras, por lo que se dirige a San Francisco (Estados
Unidos). Allí descubre una casa preciosa cuyo dueño parece algo
triste. Al entablar conversación con él y preguntarle el motivo de su tristeza,
el viejo le enseña una botella de vidrio blanco en cuyo interior están todos
los colores del arco iris. Asombrado por su belleza, el viejo
le cuenta que en esa botella habita un demonio capaz de conceder cualquier
deseo, excepto uno: alargar la vida a una persona. Para eso, el dueño de la
botella debe cumplir una serie de requisitos: debe vender la botella a otra
persona antes de morir o irá al infierno, el precio de venta deberá ser menor
al que se obtuvo y el nuevo dueño debe ser consciente de la situación.
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